CRÓNICA DE UN OTOÑO EN ALDEBARÁN
- Kraal Aldebarán
- 16 oct 2024
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El mes de octubre comenzó con nuestra participación en la Asamblea de Scouts Valladolid-MSC. Íbamos con el trabajo hecho y la documentación revisada tras la Acampada de Kraal que realizamos a mediados de septiembre y en la que se decidió diversos grandes cambios para el grupo. Especialmente, el cambio de jefatura de José Luis a Paula. La cita asociativa se celebró en el Spacio 3.14 regentado por la Fundación Splora.
En la XLV Asamblea de SVa presentamos a nuestro nuevo kraal, seis nuevas incorporaciones procedentes del antiguo Clan Barclay, originado en entre 2022 y 2023. Así, pasamos a ser 12 personas en el kraal, estableciendo un récord en la historia de Aldebarán. El hito no reside sólo en la cantidad, sino también, porque, por primera vez, sucedía un ascenso generacional. Todos ellos, (Guille, Mery, Alicia, Marrox, Biki y Emma), han pasado por ramas menores y mayores del grupo, algunos teniendo más de 10 años de antigüedad en Aldebarán.

De esta manera, arrancábamos el año asociativo pero, también, la Ronda Solar 2024/2025 con la reunión inaugural en nuestra sede en el primer fin de semana de octubre. Dedicamos esta reunión a reconectar a través de una serie de juegos grupales entre Lobatos, Tropa y Pioneros,
Acampada de Inicio de Ronda
Y así, nos aproximábamos a la Acampada de Inicio de Ronda. Celebrada en nuestro tradicional enclave de Los Aljibes de Aldeamayor de San Martín, abordamos la salida con gran entusiasmo ante los cambios por venir. Dedicamos el primer día a juegos y actividades por ramas. Los lobatos exploraron la selva y los troperos y pioneros repasamos conocimientos técnicos. La tarde la destinamos a un juego preparado por la nueva generación de Kraal (aunque esto todavía era de total desconocimiento para los niños y chavales), que basó el juego en el original 'El Principito'. Los niños quedaron encantados con la fantástica aventura.
De esta manera, el sol cayó y Paula, Edu y José se pusieron a preparar un fuego para la velada. Cantamos canciones al son de las guitarras de Guillermín y la todavía tropera Laura C. Los pequeños no pudieron resistir el sueño y comfort que daba el fuego y las baladas de los pioneros, por lo que pusieron rumbo a los sacos. Eso sí, el sueño se despejó una vez empezaron a contar las anécdotas del día en el refugio. El kraal se reunió, (todavía en secreto; los niños no saben que los rutas....ya no son rutas), y juntos repasamos el día, los nervios y las expectativas.
En cuestión de pocas horas, la luna, se ocultó. Llegó el gran día. Los lobatos corrían, se sentaban, desayunaban. Los troperos, ansiosos ante el gran paso de unidad, escribían despedidas a los tres amigos que se quedaban y a los dos jefes de Tropa (poco sospechaban de que uno de nosotros se iría con ellos). Los pioneros estaban tranquilos, aprovecharon los ensayos para divagarse con otras cosas, como las canciones de Xoel López a la guitarra. Los rutas escribían y se emocionaban. Como un huracán, todos los hechos y realizaciones tocaron tierra. Interiorizaron lo que iba a suceder: el dejar atrás sus juegos con Lobatos, sus rutas con Tropa, sus escapadas con Pioneros y sus viajes con Rutas. Pasaban al otro lado. (Sobre pasar al kraal: La nostalgia para un scout es una constante en su vida. No vivimos una infancia como los demás. Los Viejos Lobos, los jefes de Unidad nos enseñan a vivirla ferozmente, alimentándonos de todo aquello que tiene la naturaleza por ofrecer, de todas las experiencias que la montaña nos puede dar. Se vive muy bien siendo scout. Es difícil no aferrarte a todos esos recuerdos, es difícil decir adiós a una etapa así. Si bien, muchos rutas todavía no saben lo reconfortante que es ver y enseñar esa forma de ver la vida a tus chavales. Pronto lo vivirán y entenderán. Lo importante es mirar atrás agradecido de haberlo vivido y con ambición de seguir viviendo aventuras así. Algo similar decía Baden Powell: "Hacer que la vida sea feliz mientras se tiene. Ahí es donde es posible el éxito de cada hombre".).
Al mediodía, todo sucedió. Todos nos emocionamos. Risas, llantos, shock. Una ceremonia inigualable y que marcará un antes y después en añales de la historia aldebaraniense.
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